El legendario Sobrarbe tiene en La Fueva el escenario de la trágica muerte de su rey Gonzalo. Este efímero monarca de Sobrarbe y Ribagorza heredó los dos condados a la muerte de su padre, Sancho III el Mayor de Pamplona en 1035.
Era un amplio y fértil territorio que auguraba buenas perspectivas de futuro. Según las crónicas del Monasterio de San Juan de la Peña fue asesinado durante una jornada de caza a manos de uno de sus caballeros.
Sucedió en la Pont de Monteclús, posiblemente en el camino que iba de Morillo de Monclús a Tierrantona. Otras fuentes concretan que fue el 26 de junio de 1043 o de 1044, pero nada explican de las causas de la traición. La herencia pasó a su hermano Ramiro, al que le había correspondido el condado de Aragón.